11 jul 2017

LAS PANADERIAS DE ANGOL


Panaderia Chilenita año 1984

Historiar sobre las antiguas panaderías de la ciudad es remontarse a una época tan distinta como romántica.  Un tiempo donde la elaboración del pan se hacía en las propias viviendas, era el Ejército quien contaba con una panadería muy rudimentaria. Solo en las grandes urbes regionales, la elaboración del pan provenía de  una tradición artesanal similar a las antiguas cofradías de maestros constructores, se comenzaba como aprendiz, pasando por oficial hasta llegar a convertirse en maestro de amasijos, o maestro hornero.
 La primera fundada en 1887 por Francisco Ottone se llamaba “La angolina” en tanto en 1890 Antonio Kind, funda en calle Vergara la “Panadería Española”, que pasaría por muchos propietarios a través de su historia, los más recordados desde 1910 don Eusebio Fernández; en 1901 se funda la  panadería “Vascongada” de los Hermanos Elissonde en las esquinas de Prat con Villarrica (A. Cerda) ofrecía chocosos,  pan francés, marraquetas, y pan chileno. En 1903 abre sus puertas a Panadería y Confitería Heinsohn en cale Prat frente a la Plaza. Para 1905 había cuatro panaderías, en 1910 se suma Panadería “El Candado” y en 1914 nace Panadería “Colon” de María v. de Mauricio, que adquiriese en la década del 40’ Fermín Colinas. En 1925 la antigua Vascongada de Tomas Elissonde pasa a poder de Leopoldo Sabelle con el nombre de Panadería “Francia”, que pasó a manos de María v. de Mauricio en 1940.
Estas Panaderías, reitero, provenían de un sistema artesanal y fue en esta época en donde se verifica el paso de una panadería artesanal a una Industrial, que revolucionara desde los procesos de elaboración, cocción y reparto. Las panaderías de esta época trabajaban el amasijo a mano con un sistema de bateas y con la llamada “masa madre” para la fermentación de la masa. Sistema que hacia la década del 60 se reemplazó por la añadidura de levadura fresca directa a la masa. Otro Sistema que se modernizo fue en de amasado mediante maquinas eléctricas y sobadoras. También el sistema de cocción en Hornos de Barro, dio paso a modernos sistemas de  hornos a Gas o a Petróleo. El viejo reparto en carretas y carretones demandaba la existencia de caballerizas, y todo un mundo aparte que giraba en torno al campo cercano o  caballerizas que se mezclaban con leñeras, en donde el aseo debía ser prolijo, ya que era lugar común para ratas y moscas. Las panaderías locales eran con frecuencia fiscalizadas por Sanidad Municipal, y fue un  aliciente para la modernización del sector. La primera panadería moderna que dejaba atrás los antiguos métodos, inclusive con reparto motorizado fue la Panadería Alemana de Max Schwarzemberg, en Avenida Huequén (O’Higgins), que pasaría en 1936 a manos de Eduardo Murath, quien además le agregó Fábrica de Galletas y Fideos; posteriormente para a manos a la Familia Ramírez con el nombre de Panadería “Libertad.  En 1971 se crea la Panadería “Chilenita” de Humberto Vigueras de gran recuerdo, que se une a otras desaparecidas también como la Panadería San Sebastián en calle Caupolicán. Otras panaderías de fines de los 80’ y principios de los 90´ son Panadería y Pastelería Miel, Panadería Alemania y Panadería Portugal, Panadería El Cañón.
Los Supermercados durante la década del 90’ comenzaron a fabricar también su propio pan, lo que traerá un nuevo sistema a la vista del Cliente y caracterizada por modernos hornos industriales de carro, imitando procesos de la vieja panadería, pero con un producto final bastante distinto. Algunos Supermercados que se cuentan en este caso son “El Puma”, “Mega Puma”,  “Colonial” que pasaría luego a “Tucapel”, “Brigger” entre otros cambios; hasta nuestros días con Supermercado las Brujas” luego “Unimarc”, “Mayorista 10”, “Gangas” y “A cuenta” con un Sistema de pan congelado que es horneado en el local.
En los últimos años se ha verificado un nuevo proceso con la aparición de Amasanderías, las cuales se caracterizan por la elaboración artesanal en menor volumen, sin tanta maquinaria y con menores cantidades de operarios para su funcionamiento, bastando solo un par de obreros para su operación.