22 ene 2019

FAMILIAS FUNDADORAS DE ANGOL


De nuestra ciudad y sus comienzos sociales como pueblo es poco o casi nada lo que se sabe e investigado, especialmente en relación a las Familias fundadoras del Angol republicano, a saber:  familias que participaron en el proceso de formación de Angol y su posterior desenvolvimiento y desarrollo, periodo que bordearía las dos primeras décadas de existencia de la ciudad hasta fines de la década de 1880 aproximadamente. Estas familias destacadas, no se remiten meramente a la de los grandes terratenientes dueños de extensas propiedades, sino también a aquellas que cooperaron desde el comercio, las profesiones liberales y los servicios de la naciente ciudad.
Por ejemplo la Familia Cruzat, el primero de ellos Domingo Cruzat llegó a Angol como Agente comisionista en 1883, en 1885 llegó el primer boticario Nicolás Cruzat Luco,  Patriarcas de aquellos recordados profesores Blanca y Tertuliano Cruzat de gran recuerdo.
La familia Brown destaca entre las fundadoras, su Patriarca fue Eduard Brown  creó la Fundición Angol en 1882, que administrarían su hijo Enrique, sus  nietos Eduardo, Cecil, Francisco, etc. Esta familia de gran influencia social, actualmente sigue destacando a través del cantante angolino Cecil Brown.
La familia Ottone también destaca entre las fundadoras, con su Patriarca don Francisco Ottone, comerciante e industrial, ocupo cargos públicos como Alcalde de Angol,  Gobernador de Malleco, regidor entre otros. También mantiene descendencia hasta nuestros días.
La familia Schwarzemberg, con su Patriarca don Gustavo fundo una casa Comercial, una panadería y adquirió una Cervecería en 1904 en la cual elaboró las primeras bebidas gaseosas de Angol. Sus comercios  serian administrados por sus descendientes hasta nuestros días.
La familia Lagniel, el primero de ellos fue Abelardo Lagniel quien tenía un pequeño comercio en el barrio de Villa Alegre, sucediéndose sus descendientes hasta nuestro días especialmente la familia Morales Lagniel.
La familia Ibar también destaca entre las fundadoras de Angol, su Patriarca don Juan de Dios Ibar ocupo destacados cargos públicos, como Secretario de la Intendencia entre otros puestos. Con descendencia hasta nuestros días.
La Familia Espinace también se cuenta entre las fundadoras de la ciudad, los hermanos Bernabé y Miguel Segundo Espinace tenían agencias de empeño, ancestro de la recordada  profesora María Inés Espinace,
La Familia Bunster, principalmente  José Bunster el rey del trigo quine dejó descendencia en toda la región, en nuestra zona su hijo Manuel Bunster Villagra, quien administrara el Molino El Globo y fuera diputado por la zona, la familia Bunster tiene descendencia hasta nuestros días.
Otra familia Fundadora fue la del Patriarca, militar y agricultor Manuel Antonio Jarpa, dueño del fundo “El Retiro”, quien después su viuda Sra. Zoila Bisquert donara para aumentar el plano regulador de Angol, posee la familia Jarpa descendencia actual con la familia Jarpa-Norambuena, entre otras.
La familia Cortes se encuentra también desde los primeros tiempos, dueños del fundo “Miraflores” y “Anilehue” su patriarca fue José Olegario Cortes, además su hermano Manuel Cortes,  con descendencia en los actuales hacendados Alfredo Cortes y José Cortes Conejeros.
Otra Familias fundadoras son Ibacache, Brucher, Leon, Rivas, Esparza, entre otras. Familias que han acompañado el devenir de la ciudad de Los Confines desde sus inicios en el lejano siglo XIX.




11 ene 2019

ORIGEN DE LOS BARRIOS



Se ha preguntado alguna vez de donde provienen las denominaciones de los distintos barrios de la ciudad, dato curioso e impreciso que no siempre se cuenta entre los angolinos.
Muchos de nuestros barrios o sectores provienen de su denominación de antiguos Fundos cercanos a Angol, como es el caso del “El Retiro” un fundo cuyo propietario era el veterano de la Guerra del Pacifico y de la Guerra Civil de 1891 Manuel Antonio Jarpa, posteriormente su esposa donó los terrenos al Municipio a fines de la década del 30´. Lo mismo ocurre con el Fundo “El Rosario” que tuvo en manos de muchos propietarios entre ellos don Germán Decher Silva, el sector se fue poblando con casa residenciales al ser subdividido el Fundo.
El Barrio Chillancito y su nombre deriva en alusión a la ciudad de Chillan al ser un sector que agrupaba  una razonable cantidad de almacenes, panaderías, farmacias y viviendas con arquitectura campesina y calle tranquilas. Su principal baluarte es la población tegualda, Iglesia San Francisco, entre otras.
El Barrio “El Cañón” debe su nombre a la existencia de un pequeño fuerte de época Colonial, de tiempos de Valdivia, y que en la última fundación de 1862 también fue guarnecido por un pequeño fortín encañonado, lugar que aún se conserva como pequeña plazoleta publica.
El sector de El Mirador, debe su nombre a su accidentada geografía, lugar en altura que sirvió primero a mapuches, luego a españoles y finalmente a chilenos como un mirador natural en resguardo de ataques de sus enemigos. 
El Barrio de Coñuñuco debe su nombre al Estero que lo cruza, y se formo en torno a él un población en terrenos donados por José Bunster en 1898, caracterizado por su Escuela, y pequeñas industrias de curtiembre y fabricas de baldosas, etc.
El Sector de Huequén tuvo su origen en el primer fuerte de la Línea del Malleco creada en 1868, el pequeño Fuerte fue agrupando a su alrededor a pequeños comerciantes y humildes chozas, pronto se convirtió en una villa dependiente de Angol con su propia Plaza y Cuartel de Policía.
Algunas poblaciones deben su nombre a ilustres personajes como por ejemplo la Población Bell en recuerdo de don Leopoldo Bell vecino que hizo muchas cosas por la ciudad. La población Matte, debe su nombre a la familia Matte al ser concebido como un barrio del magisterio.  Otros sectores deben sus nombres a las primeras pequeñas poblaciones estatales que se fundaron y que luego se transformaron en populosos sectores como es el caso del sector Alemania y el sector Javiera Carrera.
Son algunos de los orígenes de nuestros queridos barrios, esos que aun son el orgullo de los angolinos que los habitan y que juntos luchas por hacer de esta nuestra ciudad un mejor lugar para vivir.

10 ene 2019

ALGO SOBRE LOS BOMBEROS DE ANGOL


Angol primera ciudad de la Frontera desde el año 1862 tuvo en sus primeros años varios y escasos incendios de proporciones, y ante cada siniestro estaban los vecinos para ayudar al sofoque de las llamas. Cada vez que ocurría una tragedia, se formaban comisiones con ilustres vecinos para intentar crear una Compañía de Bomberos. En 1880 se quemó en calle Lautaro la casa de Honorindo, Martínez; en 1883 la casa de Beltrán Mathieu en la esquina de la actual Provincial de Educación; En 1891 fue el turno de la Fabrica de cervecería de Rodolfo Broghammer, además de  dos amagos de incendio en 1903.  En 1904 se incendio la Panadería de Eusebio Fernández; en 1906 se incendio el Club Angol, fueron ahora los comerciantes quienes presionaron por la formación de Bomberos, fundándose la Primera Compañía un 11 de marzo de 1906, su primer Director fue Pablo A. Fuentes. El  17 de junio de ese año se inauguro una Bomba a Palanca, sistema rudimentario, pero que sirvió para controlar pequeños siniestros. Su primer incendio fue el Almacén Vascongado de Gregorio Arretchea en la esquina de Aguirre Cerda con Lautaro. Esta Compañía adquirió  su primera Bomba a Vapor, gestionada ante el  Congreso por los Diputados Alfredo Irarrázaval y Miguel Urrutia, la maquina fue encargada a Inglaterra y se inauguro un 7 de diciembre de 1912, en el cincuentenario de la ciudad. Sus carros se movían por fuerza humana o animal, solo en 1929 adquieren el primer carro  móvil.
PLACIDO GALVAN Y MANUEL GALAZ AÑO 1927.

Esta Compañía tomo el nombre del primer benefactor de la ciudad José Bunster, pero fue Armando de Folliot, Conde francés llegado a Angol,  quien dio el impulso definitivo a la 1ra Compañía de Bomberos, le dotó de un Reglamento, y gestionó la adquisición de los terrenos de Tesorería en calle Aguirre Cerda para la construcción de un Cuartel cuya primera piedra se coloco en 1918.
En 1922 se incendió la Curtiembre de Elissonde Hermanos, ubicada en calle Carrera, la bomba demoró en llegar por ser tirada a mano por los bomberos, los criaderos de caballos se ubicaban en los fundos lejos de la ciudad y los siniestros eran de noche casi siempre. En 1924 se quemó la casa, bodega y el almacén de Gustavo Schwarzemberg en la Avenida O’Higgins con Maipú, esto motivó la creación de la Segunda Compañía de Bomberos se fundó un 13 de julio de 1924, su primer Director fue Enrique  Bustos Sánchez. Esta Compañía se destinó a Guardia de la Propiedad y extinción de los incendios con elementos químicos. Sus voluntarios promovieron el deporte en la ciudad, especialmente el basquetbol. Se mantuvo operativa por cinco años, disolviéndose por problemas internos.
En la década del 30’ algunos incendios de importancia fueron la Fábrica de Conservas de Manuel Cortes en la esquina de chacabuco con O’Higgins en 1931, a tercera Compañía de Bomberos se fundó un 18 de septiembre de  1939, con las especialidades de escala salvataje y rescate vehicular. Esta Compañía se caracterizó por su capacidad de gestión, por ejemplo adquieren una Camioneta Standar 1951, y  un camión militar de la segunda Guerra Mundial, bautizado como “Manutara”,  los Bomberos pagaron el flete y lo reacondicionaron con estanques. Muchos aun recuerdan a quien venía a cargo de la maquina,  un gringo llamado Peter Dowley, perteneciente al cuerpo de paz de Estados Unidos, el cual se quedo por  un par de años en Angol, revolucionando a las angolinas de la época, algunos decían que el gringo enseñaba futbol americano en el Estadio....
El Cuerpo de Bomberos de Angol se formó en base a tres Compañías, fundándose el 28 de abril de 1941, siendo su primer Súper Intendente don Manuel J. Galaz. En 1951 se incendió el Molino El Globo, en 1960 la Escuela Normal. Otros incendios recordados son Supermercado el Puma el año 2001, entre otros. La Cuarta Compañía se fundó un 30 de junio de 1967, especializada en búsqueda y rescate. Son las vivencias y recuerdos de los chicos buenos de Angol.

LOS FUSILADOS EN ANGOL


El fusilamiento es la forma de aplicación de la pena capital en que al reo se le ejecuta mediante una descarga de disparos, por un pelotón de fusileros. Si bien la pena de muerte ya no existe en nuestro país, el fusilamiento, fue un medio de matar legalmente. Una de las particularidades del fusilamiento es que las ejecuciones pueden realizarse contra un grupo de personas. Se suele cargar algunas de las armas con salvas, de este modo, se crea un efecto de difusión de la responsabilidad entre los miembros del pelotón, que pueden pensar que el suyo no fue un disparo fatal.
A través de la historia de Angol, son muchos los casos de fusilamientos que existen, casi todos, cubiertos por el mismo velo de maldad  y terror en sus crímenes, como de la compasión del pueblo, ante la consumación de la sentencia.
Los primeros casos de fusilamiento principian desde el año 1871 cuando Angol adquiere el titulo de ciudad y es Comandancia de Armas del Ejército. Un caso muy recordado se dio el 11 de marzo de 1884, a raíz del asesinato del capitán Buenaventura Yáñez, quien hacía el trayecto de Angol a Imperial con los dineros para el pago del Ejercito, acompañado por los soldados José Sandoval y Agapito Guerrero más un tercer cómplice Bruno Rosales, los tres fueron fusilados en el Cementerio de Angol, que se ubicaba en la loma del actual Museo Histórico. Los condenados fueron conducidos a pie al Cementerio y el trayecto iban alegres, conversando, fumando, riendo con los conocidos que encontraban a su paso, en el lugar del fusilamiento el Jefe ordenó presentar armas diciendo “en nombre de la nación, el que levante la voz implorando  gracia para los reos, será pasado por las armas” No bastaron los nueve tiros iniciales para doblegar a los reos, posteriormente se hizo desfilar a la tropa frente a los baleados que yertos y pálidos yacían en sus banquillos. 
Para hacernos una idea, hacia el año 1887, la estadística de la Prisión de Angol, contaba con 10 condenados a la pena de muerte, esperando su cumplimiento. En junio de 1888 se cumplía la sentencia sobre el soldado del 7mo de linea Ángel Villalobos, quien había ultimado a un hombre bajo la influencia del alcohol. Sabedoras del fin que le esperaba al soldado, las Sras. mas prominentes de la ciudad redactaron una carta a la primera dama de la época Sra. Encarnación Fernández de Balmaceda, apelando "a los justificables empeños de una madre, en las resoluciones de su hijo..." Apelaciones que no tuvieron eco en la autoridad, cumpliéndose la sentencia el sábado 23 de junio de 1888. Villalobos fue conducido hasta el Cementerio y ejecutado por un piquete de su mismo batallón, antes de ello el reo pidió hablar, deseo que le fue negado y tomado como acto de gran crueldad. La prensa reflexionaba sobre el hecho "como ejemplo ofrecido a la multitud, la pena de muerte no es mas que un espectáculo bárbaro, propio para endurecerla y de un efecto pasajero y menos eficaz que el aspecto continuo de un criminal sometido por ejemplo a la pena de la celda solitaria..."
Hasta el año 1889 los reos condenados a la pena capital, eran fusilados en la Plaza de Armas o el Cementerio. Desde ese año el Juez de Angol Alejandro Urrutia ordenó el fusilamiento dentro de la Cárcel y en presencia de los demás reos. El primero en inaugurar la nueva costumbre un 15 de julio de ese año,  fue el reo Juan de Dios Basualto, cuando la  Cárcel se ubicaba en la esquina de Prat con Chorrillos.
Un crimen horrible se registró un 18 de  septiembre de 1899, cuando Rudecindo Muñoz, asesinó y violó a una niñita de 18 meses, tras pasearla por ramadas, se la llevo a las montañas de Rucapellan, donde la ultimó;  la  sentencia fue fusilamiento en la Cárcel Publica, un 25 de mayo de 1900, pena que obedecía al deseo de la sociedad ofendida. Del terrible momento la prensa registra “cuando termino la lectura de la sentencia, pidió que se le permitiera rezar, mientras lo hacía con el sacerdote, le fue vendada la vista y se le ató al banco, los cuatro soldados apuntaron, el ayudante de policía dio la señal y sonaron cuatro disparos, el cuerpo sufrió una viva conmoción y otra descarga. Muñoz, el infeliz Muñoz, ese ser incompleto, casi loco, casi tonto, tal vez las dos cosas juntas, había pagado con su pobre vida el crimen mas horrendo que tengamos memoria. Afuera en la calle, frente al presidio, la gente del pueblo esperaba silenciosa una expresión de conmiseración había en ellos, el temor del ajusticiado que su cadáver seria ultrajado por el pueblo era infundado, tal vez antes de morir lo había perdonado ese pueblo que tiene un gran corazón, que se indigna pero que no odia.”
Son algunas de las historias de los fusilados de Angol, sentencia que se ejecutó en Angol hasta mediados de los años cincuenta del siglo pasado.






ANGOL, TIERRA DE VIDES


Desde la época de los primeros españoles llegados a fundar Angol en el lejano 24 de octubre de 1553 traían consigo viejas cepas de viejos mostos provenientes del viejo mundo. La vid tuvo excelente acogida en los feraces suelos angolinos y su benigno clima. Despoblada a tan solo un mes de su fundación, las incipientes vides crecieron salvajes a la orilla del  rio Vergara, redescubiertas casi trescientos años después junto a inmensos árboles frutales que la fundación de 1766 había cuidado de guardar a la posteridad.
La vid se multiplicó en los Fundos cercanos a la ciudad, desde el fundo “El Almendro” en Tijeral, el cual hacia 1905 ya producía “chicha baya”, hasta el Fundo “El Rosario”, donde hasta hace poco más de una década cerró sus puertas la chichería de “Armando Rodríguez. En “Los Rieles”, Fundo de propiedad de Rosamel Bravo, cuyo terreno se extendía desde la línea férrea hasta el posterior “Puente Lafón” se extendían los viñedos.  El Fundo “El Retiro” de Manuel A. Jarpa también tenía su Viña.
 Estos pequeños viñedos con sus antiguas bodegas de adobes donde se guardaban los mostos en pipas gigantes, hablan de otro Angol, una ciudad provinciana y desprendida. La chicha se fabricaba en las tantas Quintas de la Avenida Huequén hoy llamada Dilman Bullock, las quintas de “Solano” de Oñat”, etc.  Otra Viña recordada era la Quinta de Leopoldo Sabelle, Viña “Sabelle”; La Quinta “Leal” propiedad de los Bunster en calle Industria;   otra era la “Quinta de Los Escobares” junto al rio Vergara, para llegar hasta allí había que pasar junto a “La Obra” que era una antigua fábrica de adobes, mas allá la choza humilde de “Los Coligues” que vendían canastos de mimbre, para llegar al final del camino a esa loma donde se ponía el sol por las tardes y servían la chicha en jarros de vidrio junto a unas mesitas que ponían en el patio…
Todavía queda un último viñatero en Los Confines, don Hernán Ramírez quien fue el último heredero de esta antigua tradición viñatera angolina, el cual produce en su Parcela en el sector del Puente Malleco,  un Vino tinto pipeño que conserva toda la herencia de los mostos angolinos. Esa herencia que se desperdigaba después en los despachos y cantinas del pueblo, como nos recuerda un aviso del año 1909 titulado “EL DIABLO EN ANGOL” : Soy un Diablo, un Satanás, porque tengo chicha rica/hay aji del que mas pica, vino tinto y mucho mas/Hay conservas y además higos secos, descolocados, por aquí, por todos lados, / se ven pasas y orejones, buenas guindas y jamones/y huesillos afamados./Dos romanas, mostrador, de buen gusto y mejor gana/vendo chicha de manzana/con esa no hay calor./Hay también otra mejor que es la chicha de membrillo/pues tomándose un potrillo/dejo el cuerpo como seda/vino blanco y lo que queda/son pastillas de chiquillo. ALMACEN LA GLORIA de Mariano Torres.




LA TONADA DE ANGOL


Este valle fértil y prodigioso ha servido de inspiración para vates y músicos. Es el caso de la Tonada de Angol, obra de don Gustavo Vásquez Díaz, grabada después por el Conjunto Maitén de Angol, quienes le introducen los versos del poeta Diego Dublé Urrutia. Repasemos someramente la vida de estos grandes personajes.
Diego Dublé nace en Angol en 1877 y a la edad de 20 años publica su primer libro, en el cual aparece el poema la Tierra, cuya primera estrofa sirve de prologo a la Tonada de Angol: “¿Conocisteis, tal vez, las tierras viejas/donde más de un cantor templó la lira,/donde adornan las hembras sus orejas/con pendientes de plata y de chaquira?/¿Habéis subido a la región lejana/donde pintan la espiga y la manzana,/donde aroma el culén, germina el liuto/y, al tiempo del otoño, dan tributo/colgados de los trémulos coligües/los lirios de sangre, los copihues?...” Dublé vivió si infancia en Angol y esta tierra lo marcó sobremanera. Se desempeño como diplomático en más de 17 países, obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1958 y fallece en 1967 en Santiago.
Don Gustavo Vásquez nace en 1926 en el sector de Micauquen cercano a Mulchen, estudia en el Liceo de Hombres, y se gradúa de Profesor Normalista en la Escuela Abelardo Núñez de Santiago. Regrese y se desempeña en Purén y luego en Angol en las Escuelas N°1, 4, Fue Profesor de música en varios Establecimientos Educacionales de Angol, además Director de la Escuela - Hogar N° 1 y Director subrogante de la DEPROV de Malleco. Formó parte del Grupo literario “Los Quijotes”, con el cuál publica los cuentos “Velorio vertical”, en 1965 y “En el prado” en el año 1966, “Agüita blanca” en 1974, entre otros. Fue integrante del trió folklórico “Nahuel”, creador de numerosas canciones y tonadas.  Compuso canciones para la ciudad de Collipulli, "De Collipulli p'adentro", a la escuela Municipal hoy llamada Gustavo Vásquez Díaz en su memoria, "Los Sauces" y "El Purén de la Frutilla", esta ultima canción a pedido de su nuera, María Olimpia Rojas G. nacida en esa ciudad . Fue Director del Coro de Profesores. Formó el Coro de la Escuela N° 4 y en todas las Escuelas donde se desempeñó como Profesor. Dirigió la sección de Coros de las Escuelas Primarias de Angol. Director del Coro Polifónico de Angol. Casó el 17 de septiembre de 1950 con doña Delfina Pereira, con quien tuvo cinco hijos: Gustavo Adolfo, Marta Eugenia, José Pedro, Luisa Soledad, Rodrigo Alejandro. Falleció en mayo de 1984 a los 58 años.
Su tonada "Cuatro Caminos" fue declarada Canción Oficial de Angol por decreto 419 de 11 de octubre de 1977. La creación 4 Caminos de Gustavo Vásquez, es una tonada (compases de 6/8) en tonalidad mayor y que el autor la interpretaba con un estilo característico de la tonada cuyana a diferencia de la tonada tradicional chilena que tiene un pulso un poco más rápido. En cuanto a la versión del Conjunto Maitén se respetó la línea melódica, la estructura literaria y el texto en su totalidad. En esta versión participan voces mixtas y que al armonizarlas confunden a auditor que haya escuchado al autor cantando como solista. A esta tonada se le agregó una introducción en bases a punteos de 3 guitarras y 2 de acompañamiento, en la versión Grabada por el Conjunto Maitén que fue aporte para la difusión de esta hermosa creación llegando a ser un verdadero himno para los angolinos.



LOS PRIMEROS MÁRTIRES DE CARABINEROS


La Historia de Angol ha estado particularmente unida a la de Carabineros de Chile, en su origen y en sus mártires. De su origen es necesario decir que se debe en gran parte a la acción del Capitán Hernán Trizano, quien como Comandante de la Policía Rural y Urbana, desarrollo desde 1885 y hacia 1890, valerosas acciones contra los bandoleros que asolaban la ciudad y los campos vecinos. Posteriormente en 1896, las Policías Municipales pasan al Fisco, y ese mismo año Trizano dio forma a los Gendarmes de las Colonias con radio de acción desde Temuco a Chiloé, y fueron estos Gendarmes los que se unieron en 1903 al recién creado Regimiento de Carabineros. En 1908 se crea la Escuela de Carabineros. En 1924  se unifican las Policías y en  1927 se fusionan las Policías Fiscales con este Regimiento, dando vida a Carabineros de Chile.
Desde estos antiguos orígenes, Carabineros  comienza a tejer una relación de cercanía con el pueblo, especialmente en instancias de desgracia para la Institución. Ocasiones en que la muerte tocaba a un Carabinero en servicio. Celebre es la frase del General Bernales “Cuando se mata a un Carabinero se está matando el alma de Chile” Son los mártires quienes perpetuán la leyenda de dar la vida por la Patria, el Primer mártir se registro en Santiago, ciudad acostumbrada a ese tipo de hechos, no por ello el suceso causo conmoción en la capital.
En Angol se forjó la leyenda del 2° y 3er mártir,  los primeros mártires de la ciudad y de Carabineros, un 25 de noviembre de 1927 caen criminalmente asesinados los cabos 2dos, Francisco Riquelme y Ricardo Cerna. Una serie de robos venían sucediéndose sin que sus autores fuesen habidos, la Jefatura de Carabineros de Angol encargo la investigación a los cabos Riquelme y Cerna, acompañados del Carabinero Hipólito Navarrete. Ese día vestían de paisanos a fin de no ser reconocidos, sus pericias los llevaron a una casa de calle Maipú, advirtieron que había dos desconocidos en su interior y sus caballos desensillados en el patio. Entraron y apresaron a los sujetos, en el momento de traspasar el umbral de la puerta uno de ellos se volvió rápidamente y disparo en pleno corazón del cabo Riquelme, quien aun así saco su revólver y fue en persecución de su asesino, disparando dos tiros sin éxito, cayendo 50 metros mas allá. En ese  instante el segundo desconocido hizo lo mismo contra el cabo Cerna, a quien hirió en el abdomen, quien también corrió tras su asesino disparando seis tiros de pistola, sin éxito, fallecería al día siguiente. El Carabinero Navarrete siguió al asesino de Riquelme, quien corriendo en zigzag eludío todos los tiros, escapando por calle Campo de Marte, Guacolda, línea férrea y bosques siguientes. Todo el Cuartel fue tras su búsqueda, sin resultados. Semanas después serian hallados los autores, tres meses antes salían de la cárcel de Collipulli. Serian fusilados tras el proceso de los cabos.  Es la triste historia de los angolinos primeros mártires de Carabineros.

BOSQUEJO URBANO DE HUEQUEN



Por estar rodeada de Fundos y Haciendas, los habitantes de Villa Huequén, son en su mayoría  campesinos, gañanes y  artesanos, zapateros, carretoneros, entre otros, quienes solian frecuentar al  dios Baco. Por lo cual se caracterizó por concentrar una gran cantidad de bodegas de expendio de licores.

Por ejemplo la  Policía de Huequén en su memoria de multas aplicadas entre agosto de 1887 y febrero de 1888, registra multa a: un zapatero y un carretero, por desorden, María Sáez por desorden en su chingana; José Méndez por ebrio, por pendencia: Ramón Orrego, Avelino Yáñez, Pedro Betancourt, Máximo Gutiérrez, Juan González, Fernando Figueroa, Pedro Vásquez, Pedro Moraga, Juan Manuel Fuentes por ebrio, Juan de Dios Becerra por pasar el puente sobre su carreta al igual que Juan Manuel Fuentes, entre otros”,
En 1893 había en Huequén 14 locales de menestras.  Sus dueños eran  Sandalio Ponce, Silvano Vivanco, Juan de Dios Moreno, Manuel Ibáñez, Soledad Sánchez, >Juan Manríquez, José Dolores Jara, Delfín Peña; y eran los únicos negocios de la Villa, solamente destacaba el Billar de Valentín Osses. Además de las bodegas de expendio de alcohol que eran solo cuatro: las de Delfín Peña, Juan de D. Moreno, Manuel A. Ibáñez, y José Dolores Jara. >En 1896, informaba el diario El Colono: >“Huequén, creíamos que esta simpática aldea era un centro poblado en obediencia a las inmutables leyes económica >que ordenan la formación de pueblos activos y prósperos. Sin embargo, Huequén ahora parece estar destinado a ser un foco de borracheras,y desordenes tanto más punibles cuanto con mayor libertad se efectúan sin haber quien ponga coto a los continuos escándalos. El sábado último los trabajadores de El Fundo Miraflores, y otros circunvecinos, recibieron más de cinco mil pesos de salarios, los mismos que están invirtiendo en parrandas en los numerosos conventículos ad hoc que hay allí establecidos y donde los jornaleros se escurren como ratones, absortos siempre en las más perjudicial jarana y los vicios consiguientes. Las consecuencias están a la vista, y hoy miércoles los peones continúan divirtiéndose y mientras tanto los trabajos están paralizados en todos los fundos circunvecinos a Huequén.” >Para 1899 ya existían 25 despachos de licores. En 1908 había 15 despachos para los 486 habitantes según censo de ese año. Para 1911 existían 20 cantinas, a Casa de empeño del español Juan José Piña, que al año siguiente se transformaría en Quinta de Recreo,una Carnicería de Juan Pereda. >Este panorama se mantuvo en la década del 20, 30 y 40, tanto así que en el año 1936, el Alcalde de la época elevó una solicitud al Ministro del Interior para que se declarase Zona Seca en la Villa. >Para mediados del siglo XX, la Villa estaba formada en un 80% de obreros agrícolas, comerciantes ambulantes de verduras, obreros, empleados, >y una densa población infantil. El censo de 1940 arrojó una población de 996 habitantes.;Huequen careció de Servicio de Agua potable y sus habitantes se surtían del vital elemento desde un canal, lo cual genero especialmente en verano muchos problemas, como en el año 1944 donde en el mes de enero se desarrollo una epidemia. Lo cual  derivo en que comenzaran los estudios de los caudales mínimos de las fuentes de aguas cercanas, en febrero de ese año. El agua potable seria realidad a lo largo de las décadas del 50´y 60´ya que la población no contaba con los medios económicos para realizar los arranques e instalaciones en sus hogares. >Pasada la temporada de recolección de frutas, la gran masa obrera de Huequén quedaba sin trabajo; pululaban gran cantidad de niños desnutridos y enfermizos en un cuadro de miseria y abandono que se repetía año tras año. >Algunos expendios y restoranes en que la gran mayoría eran conocidos por los sobrenombres de los dueños. Deposito de Malta de Nieves Catalán Torres, local conocido como ">  “vaca blanca”. Expendio de bebidas alcohólicas de Orlando Cid calle Quino con Aulen, más conocido como el “huaso cid”. Restaurant el Lotino en Avenida Dilman Bullock 099; Expendio de don Carlos Molina Sepúlveda en Avda. Dilman Bullock 794; expendio de don Rafael Becerra en Avda. Dilman Bullock s/n conocido como don Rafa; patente de alcoholes de Sergio Fulgeri en Avda. Dilman Bullock.; un clandestino de la viuda Pacheco en calle Quino desde los años 30 al 70 y atendía funcionarios públicos; restauran “La Torre” de Raúl Badilla más conocido como el “tapa culo”; restaurant La pachanga, funcionaba en Avda. Dilman Bullock 3018, funcionó entre los años 70 al 78´; expendo de Osvaldo Parra, más conocida como “la parra” en Avda. Dilman Bullock;restaurant y expendio de Onofre Sepúlveda ubicado en Dilman Bullock del 30´al 50, más conocido como el “puente cimbra”. >Actualmente la vista urbana de Huequén ha ocultado sus cuadros de pobreza, aún mantiene sus clásicos locales de expendio de alcohol, en una Villa que día a día persevera para salir adelante.