José Tomás Bunster Bunster
Nació en la hacienda Polpaico el 9 de agosto 1838. Fue hijo del matrimonio conformado por Grosvenor Bunster y su prima Isabel Bunster. Tuvo 13 hermanos y vivió su infancia en Valparaíso. Estudió sus primeras letras con su madre y en el Colegio Inglés del puerto.
Se casó en primeras nupcias con Lucinda Villagra, con quien tuvo siete hijos, y posteriormente con Ester de la Maza y del Río, con la que tuvo otros cuatro hijos.
Es considerado como uno de los forjadores de la agricultura en la Frontera y modelo de empresario agrario en el Sur. A los 19 años -sin recurso alguno debido a la temprana muerte de su padre- descubrió la manera de obtener riqueza adquiriendo tierras en La Frontera, por lo que se radicó con su hermano en Mulchén en 1857.
Tras salvar milagrosamente con vida luego del levantamiento mapuche provocado por la Revolución de 1859, volvió a Valparaíso. En sociedad con otros descendientes de ingleses recuperó su fortuna y regresó al Sur.
Hábil comerciante y deseoso de convertirse en terrateniente, en la región de La Frontera, Bunster se dedicó a adquirir terrenos, por la vía del arriendo, la ocupación, el remate, la compra legal, o la violenta expulsión de los indígenas. Así logró obtener miles de hectáreas. Sus tierras abarcaban casi toda la zona del Malleco y le valieron el calificativo de Conquistador de la Araucanía.
Bunster estimuló la siembra del trigo en la región de La Araucanía. En 1869 instaló un molino harinero cerca del Malleco al que le siguieron otros en Collipulli (1877), Nueva Imperial (1883), Traiguén (1884) y Angol (1889); fueron los primeros molinos de cilindro del Sur. En 1880 llegó a ser el primer productor de cerales, logrando cosechar, en 1886, 80.000 qq., equivalentes a la mitad de toda la producción nacional.
Su actividad agrícola fue incrementada con la utilización de 15 trilladoras, 15 motores a vapor, 22 cegadoras, 90 empleados de oficina y 2.000 jornaleros. Este creciente negocio lo llevó a establecer 4 grandes bodegas en Talcahuano y 9 en la Frontera.
En las montañas de Curaco construyó enormes aserraderos mecánicos, que hacieron de su empresa una de las más modernas del país. Simultáneamente, ordenó la construcción de un acueducto en Quilapán y del tramo de ferrocarril entre Renaico y Pitrufquén.
Bunster obtuvo sus mayores ganancias mediante la compra en verde, sistema que permitía asegurar el comercio del cereal antes de su maduración definitiva.
Parte de la riqueza que logró gracias al demandado trigo, le permitió fundar el Banco de José Bunster, banco de emisión, con un capital 100.000 pesos, en 1882.
Este banco estaba ubicado frente a la plaza que actualmente lleva su nombre, y que ostenta un monolito en bronce que data de 1916.
Falleció en Londres el 13 de agosto de 1903.
DIEGO DUBLE URRUTIA.
Nació en Angol en 1877 y falleció en Santiago en Santiago 1968.
Estudió en Talcahuano, Concepción y más tarde en el Instituto Nacional. Luego siguió la carrera de Leyes que no concluyó. Fue también dirigente juvenil del Partido Radical, aunque perteneció a una familia aristocrática. Más tarde se hizo diplomático y fue embajador en Francia, Austria, Brasil y Ecuador.n 1928 se convirtió al catolicismo, militando en las filas del Opus Dei. Fue uno de los fundadores del grupo literario Los Diez y de la Sociedad de Escritores de Chile, así como miembro de la Academia Chilena de la Lengua.
Su padre murió prematuramente en la guerra (Diego Dublé Almeyda) y el poeta heredó la afición a las letras de su madre, doña Teodorinda Urrutia Anguita. Se casó con una hermana del poeta Vicente Huidobro. Fue amigo de Paul Claudel, quien influyó en su conversión al catolicismo. En 1958 obtuvo el Premio Nacional de Literatura.
Es el cantor del Arauco natal y en sus poemas evoca nostálgicamente el paisaje, los indios y las tareas humildes que realizan. Es uno de los primeros poetas que vuelve los ojos hacia lo propio.
Dublé Urrutia vivió dentro del período modernista, pero se apartó de sus propuestas en la sencillez y poca afectación de su poesía y por el interés hacia los humildes y los aborígenes, víctimas de la injusticia social. Sus hablantes reflejan constantemente una conmiseración contemplativa. También introdujo el humor en los poemas.
Partió de un lirismo modernista que luego se fue haciendo más objetivo. Al final hay una conversión religiosa que le confiere serenidad y espiritualidad a su poesía. Incursiona en las costumbres populares ("La procesión de San Pedro"), las vidas humildes ("Narcisa"), el paisaje nativo ("Selva patria"), los desposeídos ("El lanzamiento") y los proletarios ("Las minas"). En "La procesión de San Pedro", hay una policromía casi óptica de los pescadores sureños y un fino matiz satírico, imperceptiblemente humorístico.
Dublé Urrutia fue un poeta popular, difundido en los textos de enseñanza, los medios de comunicación, las antologías y por los estudiantes.
Obras: Veinte años (1898), un análisis del criollismo literario. Del mar a la montaña (1903), El caracol (1903), Fontana cándida (1953).
Poeta fundamental de la época y uno de los primeros que buscó un lenguaje propio de expresión criollista, incrustando al mismo tiempo las novedades modernistas, Dublé Urrutia cimentó la estructura de una escritura renovada por las corrientes europeas del momento, recogiendo al mismo tiempo lo más esencial y auténtico de su propio terruño y creando las bases de la moderna poesía nacional.
QUELENTARO
Los hermanos Gastón (n. 1936) y Eduardo Guzmán Muñoz (n. 1940) crecieron en un hogar de Angol. Su familia, compuesta por sus padres y otros seis hermanos, tenía una afición profunda por la música, con un intercambio constante con payadores y folcloristas, y con el canto y la guitarra insertos en su rutina de un modo natural. Según ellos, la pobreza les impuso el gusto por la lectura. "Una de las maneras de salir de la mierda era estudiando, y ya en el colegio comenzamos a leer muchísimo", recuerda Gastón.
Luego de terminar sus estudios en el Liceo de Hombres de Angol, el trabajo llevó a Eduardo a la sureña central hidroeléctrica de Pullinque y a Gastón, a una escuela agrícola. Pero coincidieron un año más tarde en Rapel, donde ingresaron a trabajar para la compañía Endesa. Terminó siendo ese pueblo, construido en torno a la actividad que generaba entonces la enorme represa, el que atestiguó el nacimiento de Quelentaro.
La música que comenzaron a trabajar como conjunto, más compleja en sus armonías vocales, llegó a los oídos de su entonces admirada Violeta Parra, a quien invitaron a un concierto para los trabajadores de Endesa, en 1962. Admirada también del trabajo del grupo, Violeta los invitó a participar de un disco suyo con varios invitados, y que en 1966 se publicó con el título La carpa de La Reina. Allí Quelentaro incluyó los temas "El joven para casarse" y "Atención, mozos solteros".
No pasó mucho tiempo hasta que se interesó en ellos la compañía EMI Odeon. En esa disquera el grupo publicó un nuevo single ("El palomo"), y pudo concluir al fin su debut largaduración. Ese primer LP se llamó Coplas al viento y fue publicado en 1966 (la carátula atribuye el trabajo a Voces del Quelentaro). Su segundo álbum, Huella campesina (1968), fue el último con formación de quinteto.
Leña gruesa, el debut de Quelentaro como dúo, fue un disco fundamental para fortalecer su estilo, con una copla homónima de diecisiete minutos de duración, alegatos sin rodeos contra el mundo político ("Político Castro Mena") y los servicios públicos mal administrados ("Tos y sangre"), un guiño a los conflictos limítrofes con Argentina ("Nos quieren echar al mar") y uno de los temas más famosos de su repertorio: "Voces del Quelentaro".
Desde un principio no hubo más escuela musical para el grupo que la raíz folclórica, aunque ampliada por los muchos recuerdos que el dúo acumulaba de su infancia en el sur. En letras, alternaban lo tradicional (con varias canciones del folclor latinoamericano y Atahualpa Yupanqui como gran referente) con lo social, siempre desde el punto de vista del trabajador que intentaba sobrevivir según los códigos de lo rural y la provincia.
Su circuito de presentaciones se daba entonces en auditorios radiales y peñas. El período de la Unidad Popular fue un tiempo vital para Quelentaro, que se mantuvo al ritmo de publicar al menos un álbum por año y afinó aún más la punta de sus dardos en verso. Incluso dentro del movimiento de Nueva Canción Chilena, sus canciones de la época eran de un inusual atrevimiento, con coplas dirigidas hasta contra El Vaticano y las jerarquías partidarias. "En comparación con lo que hacíamos, los cantantes de la Nueva Canción parecían niños de colegio de curas", dice ahora Gastón Guzmán. Esto marginó al grupo de instancias tradicionales de difusión de la canción comprometida en esa época, como el sello Dicap, del Partido Comunista. "Simplemente nos parecía mal cambiar la bandera del pueblo, por la de un color determinado", explican.
Coplas libertarias a la Historia de Chile fue su proyecto más ambicioso de ese período; un trabajo que el dúo definió como "nuestra tesis universitaria" y en el cual se abocaron a elaborar "una narrativa octosilábica de la Historia de Chile desde una perspectiva humanista". Para los hermanos Guzmán, el esfuerzo es valioso como alternativa a las lecciones oficiales con que aprendemos los chilenos sobre nuestro país. "En los colegios enseñan normalmente una historia muy oficial, y el aspecto más humano de los llamados padres de la patria no está. Eso hicimos nosotros", explican.
El Golpe de Estado podría haber marcado la disolución definitiva del dúo. En septiembre de 1973, y durante varios años, Eduardo se mantuvo enviando ideas de temas a su hermano en Santiago, quien a su vez los iba completando y mostrando en presentaciones solistas en vivo. Nacieron así canciones como "Qué de caminos" (basada en una larga carta) y "Milonga para Celinda" (dedicada a su madre). Los hermanos sentían como una responsabilidad mantener el nombre del grupo en un período de la Historia de Chile que parecía oponerse a todo aquello contra lo cual habían cantado alguna vez.
El recuerdo poderoso de su trabajo a dúo y la creciente inquietud europea por la situación político-social chilena permitió a Gastón organizar una primera reunión con su hermano en Alemania. Ambos emprendieron entonces una gira europea que los llevó también por Holanda, Suecia, Bélgica, Francia, Rumania y España. Vinieron más tarde otras posibilidades de conciertos internacionales, y para principios de los años 80 las presentaciones de Quelentaro en el extranjero eran un asunto regular. Durante más de una década la vida de Gastón Guzmán se dividió anualmente en dos: seis meses en Chile y otros seis en giras por el exterior. Del período se destacan presentaciones suyas en la televisión española y la BBC inglesa. El dúo logró además trabajar álbumes nuevos en Argentina y España.
En democracia, Quelentaro se ha mantenido como un proyecto musical activo, aunque al margen de los medios de comunicación y las radios. El grupo sigue publicando álbumes por Alerce, entre los que se destaca 8 de marzo (1996), construido en torno a reflexiones sobre la mujer, y realiza presentaciones principalmente en provincias.
Su talento y aporte al cauce popular chileno fue reconocido de modo oficial en 2002, cuando el gobierno de Ricardo Lagos le otorgó al dúo el premio Presidente de la República en la categoría de folclor. Poco antes, los hermanos Guzmán habían firmado juntos el libro Anocheciendo, con el recuento escrito de varias de sus composiciones.
Fuente: Marisol Garcia, www.lacoctelera.com/zocalo/post/2006/12/27/quelentaro-biografia-
No hay comentarios:
Publicar un comentario