Conocisteis tal vez las tierras viejas,
donde mas de algun cantor templo su lira,
donde adornan las hembras sus orejas
con pendientes de plata y de chaquira.
¿Habeis subido a la region lejana,
donde pintan la espiga y la manzana
donde aroma el culen, germina el liuto,
y al tiempo del otoño dan tributo
colgados de los tremulos coligues
como lirios de sangre los copihues?
¿Sabeis de Arauco, de su leon vencido?
Pues alli bajo su sol temblo mi nido,
cuando aun rompian las indianas fieras
sus enseñas y lanzas postrimeras.
Pero yo no he nacido en los sombrios
y oscuros boscajes de corrientes ledas
sino en un valle con alegres rios,
surcado de apacibles alamedas.
Alli donde el Malleco siempre llora
la ausencia de Oña, el cisne de su aurora.
Alli donde en los meses estivales
ondulan sin murmurio los trigales.
y alli donde en abril,los campesinos
bailan y exprimen los alegres vinos.
Yo amo esas tierras porque en ellas duermen
los mejores recuerdos de mi vida
y en su viejo dolor palpita
el germen de esta tristeza que en mi frente anida.
Yo amo esas tierras como adoro el Ande
porque es digno de amarse lo que es grande
y amo sus viejas y guerreras ruinas
que cubren sus vallados y colinas
porque aun palpita en su fosado suelo
la sangre de mi padre y de mi abuelo.
Oh noble amor, de los paternos lares
de la cuna distante y sus ternuras,
los cuervos aman sus rugientes mares,
el oso del polo, sus llanuras
las aves del tropico, sus nidos
en ramajes magnificaos prendidos,
y el hombre con el ave y con la fiera,
el oscuro rincon donde naciera.
Mas las aves del trópico, arrastradas lejos del nido
Y el pichón marino, que sigue tras los barcos en bandadas
Entregan a los vientos su destino,
cuando quieren volverse a sus regiones.
Solo es el hombre, el que su sangre cobra
Rodando por ajenas sementeras
Tras el pan miserable que les sobra
A las aves del cielo y a las fieras.
Si yo volar pudiera
por la orilla del mar como gaviota
Me echaría a volar tras la lejana
y agreste tierra donde el roble brota.
Respiraría las alegres brisas
Que me inspiran endechas y sonrisas
Y en la brisa fresquísima y serena
me iría a descansar sobre la entena
de algún viejo bajel desconocido
y a la luz de la luna, y rugido de las olas
mi voz te mecería cantando
cuna amada, tierra mía.
Diego Duble Urrutia (Fragmento)
1 comentario:
El águila caudal la peña ergida
El reptil que se arrastra su guarida
Y el hombre con el ave y con la fiera...
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