Corría el año 1918, cuando
ocurrió uno de los crímenes más enigmáticos de los que tenga registro la
Historia policial angolina. A principio s de junio de ese año un hombre fue
encontrado sin vida en las vías del Ferrocarril próximas al Puente Malleco, y pronto
lo que pareció un accidente de rutina, se tornó en un difícil caso policial. Al
parecer el hombre identificado como Wenceslao Riquelme Quezada, se habría quedado
dormido en los rieles de la vía o tal vez hubiera atentado contra su vida.
Sin embargo el análisis de sus
costumbres y lo sospechoso del sitio del suceso, hacían que una nube de dudas
rodeara el caso. La víctima era un joven funcionario de la Botica y Droguería
la “Bola de Oro”, responsable y serio,
además de un excelente deportista, era parte del Centenario F.C. además de ser
un activo miembro del Club de ciclismo Almirante Uribe. Catalogado en sus funerales como un ciudadano
ejemplar, lo misterioso de su muerte hacia más enigmático el caso.
La sospecha de intervención de
terceros en su muerte, era debido a la extraña posición del cuerpo, como si
durmiera plácidamente semi sentado en las vías, distinto a las personas que
mueren arrolladas por el tren; tenía el brazo derecho fracturado, además de faltarle un a mano la cual no fue
encontrada en el sitio de muerte, no habían rastro de sangre en los rieles o
durmientes. En su bolsillo se encontró un pañuelo ensangrentado y el abrigo
mostraba múltiples piquetes hechos con un elemento punzante. Lo otro extraño
fue que se le perdió la pista un día jueves, siendo hallado la mañana de un
sábado.
La prensa comenzó a presionar la
acción de la policía, y se tejieron varios relatos sobre el supuesto crimen.
Existía la certeza de que eran varios los involucrados debido a que Riquelme
había sido ultimado el jueves en la noche, oculto todo el viernes y en esa
madrugada trasladado a las vías del tren para ser hallado recién el sábado.
De las indagaciones de los
miembros del Club Almirante Uribe, los periodistas y el patrón de Riquelme el
Sr. Abelardo Duvanced se pudo resolver
el Crimen. Ellos encontraron una gran mancha de sangre frente a la una casa de
tolerancia. En efecto el joven Riquelme
había acudido a la Casa de prostitución clandestina de María Martínez ubicada en
calle Rosales del barrio Coñuñuco, ubicada en el costado Sur de la ultima
manzana de esa población. Allí se celebraba la fiesta de San Samuel, en su
interior habían 10 mujeres y 12 individuos, Riquelme atraído por la música
solicito la entrada, la cual le fue negada, luego de lo cual procedieron a
golpearlo entre varios hombres, uno con un objeto contundente que le provoco la
muerte. Entonces se les ocurrió cortarle la mano con un hacha y trasladar su
cuerpo a las vías del tren, los autores del crimen fueron Víctor y Juan
Henríquez, Moisés Lagos y Armando Rivas. Es la historia del Crimen de la Calle
Rosales, y a cuya victima Wenceslao
Riquelme, aun se le puede dejar una ofrenda en los nichos de mano derecha
entrando al Cementerio Municipal de Angol.-
1 comentario:
Una tragedia obiamente, aunque no se denota tan espectacular, hay que posicionarse en la epoco y pensar en los recursos y tecnologia con que se contaba para dar con los autores, es ahi donde la inteligencia deve ser mas inquisitiva y gracias a ello se puede hablar de un crimen y no de un accidente común. GRACIAS
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